Cuando tenía 12 años, Edward Elgar escribió unas canciones para acompañar una obra de teatro familiar. Cuarenta años después, recuperó los bocetos para crear dos suites orquestales, que numeró como opus 1a y 1b.
En el espectáculo, un Edward maduro, con el hastío y las preocupaciones de una persona adulta, vuelve a revivir momentos de su infancia a través de los juegos que encuentra entre sus antiguas pertenencias en casa de su abuela, que afronta su pérdida de memoria con poesía y mucho amor. Juegos, sueños, emociones que lograrán que Edward recupere el brillo y la chispa de la infancia a través de su auténtica varita mágica: la música.
Versiones: Orquesta Sinfónica – cuarteto de cuerda – piano solo
Intérpretes
El Gran Rufus, artista circense
Ana Hernández-Sanchiz, narradora